domingo, 13 de julio de 2014

Mojada y con frío, seguí

Por Ana Na

  Mojada y con frío seguí. La tormenta fue muy fuerte, hasta cayeron piedras. Mi casa estaba lejos del camino y tenía que ir caminando y cruzar un vado. Iría a mi trabajo. Cuando llegue al camino desbordó el arroyo y “¡uy!, ¿cómo hago?”. Parecía poca agua y me atreví, poniéndome en puntas de pie. Terminé con las zapatillas empapadas igual que las medias, pero eso no fue impedimento para seguir. Caminé más de diez cuadras hasta el negocio, así, empapada, y así trabajé toda la tarde y noche. Me acostumbré a esa humedad que ya casi pasé por alto. Pero cuando llegué a casa me di cuenta de que todavía estaban ensopadas las medias y las zapatillas, llenas de barro.

07/07/2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario