domingo, 15 de junio de 2014

¡Rompamos nuestros muros!


Por Pato

Muro, pared, alambrado,
rejas, límites, ligustrinas…
Interminables son esos límites,
tratando de ser indestructibles
día a día los veo, los siento.
¿Los sienten?
Desde niño han tratado de imponerme algún límite, sin darse cuenta ellos, “los adultos”, de que mis límites no existen, de que mis derechos terminan donde empiezan los del otro.
¿Dónde empiezan?
Podrás ver vos, podrán ver ellos, podrían verlos algún día.
Todo tiene un fin porque tuvo un principio. Quiero saltar, debo saltar, necesito escapar. ¿Dónde está esa puerta, esa ventana o ese hueco que deseo cruzar a través del mural?
¿Vos lo sabés? Porque a veces creo verlo, es necesario cruzarlo. ¡Rompamos nuestros muros impuestos por este sistema oloriento!
¡Crucemos eso y tendremos el aroma de la felicidad!
Nuestro brillo enceguecerá…

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