Por María Daniela Yaccar
Soñé,
el otro día, con una frase -–es raro soñar con una frase--. O sea, la frase
estaba inmersa en una historia, pero me levanté repitiendo la frase, no
recordando la historia. La historia era apenas un fondo, pero tiene una
explicación psicológica. La historia era más o menos así:
Una
conocida había ganado un concurso literario con un cuento que se llamaba “Todo
hoy es nada”.
¿Por qué soñé con esa frase?
¿Qué quería decirme mi inconsciente?
Después, supe que estaba relacionada con Buda, a través de una serie que estoy mirando.
Y Cerati la canta en una canción (la chica que, en el sueño, ganaba el concurso, es fanática de Cerati).
¿Por qué soñé con esa frase?
¿Qué quería decirme mi inconsciente?
Después, supe que estaba relacionada con Buda, a través de una serie que estoy mirando.
Y Cerati la canta en una canción (la chica que, en el sueño, ganaba el concurso, es fanática de Cerati).
¿Qué
orden tiene el azar?
¿Por qué leo palabras que antes no conocía tres veces en la misma semana?
No sé… soy demasiado racional. No soy religiosa pero creo en cierta mística, una energía, algo que ordena. Un todo.
¿Por qué leo palabras que antes no conocía tres veces en la misma semana?
No sé… soy demasiado racional. No soy religiosa pero creo en cierta mística, una energía, algo que ordena. Un todo.
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